Ruta Pozo de los Humos

Hoy tocaba otra provincia más, Salamanca y una parte de los Arribes del Duero, concretamente la parte del pozo de los humos y la presa de Aldeávila.






La ruta, como siempre, comenzaba con un único propósito, llegar antes de las 15 a comer porque más tarde no nos aseguraban la reserva en el restaurante el Zebadero (en Masueco).

La salida desde Masueco, sin apenas recorrer unos metros ya se inicia el descenso hacia el pozo de los humos, en nuestro caso pudimos ir rápido porque era pronto y no había muchos senderistas, pero hay que bajar con cuidado por lo suelto del terreno, la pendiente y la posibilidad de cruzarte con gente andando. La bajada...no la disfrutas porque ya vas pensando que después toca subirla, pero al llegar al pozo se te olvida por unos minutos, el sonido de la cascada y las vistas te ayudan a evadirte de pensar en las rampas al 20% con piedras sueltas.

En el pozo tiempo para unas fotos, quitar miedos los que tengan vértigo y animarse para volver a la bici y desandar el camino andado para continuar con la ruta.

Créditos: Imágenes Aéreas Air Siete

La subida se hace dura, hay que ponerse un ritmo tranquilo y luchar por no caerte de la bici en cualquier bote con las piedras, paramos en el "parking" para esperar a los más rezagados y continuamos ruta hacia la Cascada del Pinero.

Antes de llegar a la cascada, hay un tramo en ligera subida que nos depara unas vistas muy bonitas que hacen que el esfuerzo merezca la pena. Después comienzas un descenso hasta la Cascada del Pinero.

Créditos: Mi familia viajera

Para llegar a la cascada dejamos las bicis en un punto porque la bajada es complicada y si después no quieres subir con ella al hombro es mejor desistir cuanto antes de la idea de bajar ahí con la bici. No llegará a un Km andando por una senda serpenteante y te encuentras con la cascada, no es muy grande, pero permite situarte justo debajo de la cascada, lo que la hace muy especial y que el esfuerzo de bajar hasta ahí merezca la pena. Otras fotos más y a continuar con la ruta, que la comida no está esperando.




El siguiente objetivo en la ruta es el Picón del mirador de la Mariota, un meandro del río Duero, enclavado en los arribes. Para ello, se hace una subida de un km y medio (a un 10-15% de desnivel) desde la cascada del Pinero hasta una carretera estrecha que nos lleva en descenso hasta donde empieza el meandro. Meandro que recorres entero, entramos por un camino a la derecha y damos la vuelta para salir por el otro lado. Desde el mirador se puede ver la profundidad de los arribes y un cartel nos cuenta que la zona era un lugar habitual para la practica del estraperlo. 



Después del mirador se inicia un descenso hasta la zona de la playa del rostro, donde sale un barco que recorre los arribes. Y ahí se inicia la subida más larga y dura de la ruta, 2,5 Km al 10% de media, toca sufrir y parar a esperar a la gente que se va quedando atrás para hacer alguna foto que otra porque es un tramo con mucha belleza. 




Tras ésta dura subida el terreno se hace más sencillo y en pocos Km se llega por primera vez a Aldeávila, cruzamos el pueblo pasando por su iglesia y enfilamos un camino de sube y baja no muy duros pero en los que el viento pegaba de cara. Una zona con bastante ganado bovino y ovino y en las que se puede apreciar los antiguos muros de piedra que hacían los pastores a modo de cancilla para retener el ganado y protegerlo de ataques de lobos. Tras unos km por buen camino se llega a un punto en el que toca parar para abrir una cancilla que nos conduce a un descenso por una trialera con piedras, una zona divertida que nos conduce a otro de los miradores de la ruta, el mirador del Picón de Felipe. 

El mirador del picón de Felipe es un punto espectacular y de obligada visita, con unas vistas de la presa por la vertiente oeste y de los arribes por el lado este, increíbles. Aquí toca parar, sentarse en las piedras y disfrutar del paisaje, hasta que ya empezamos a mirar la hora para controlar si llegamos a tiempo a lo que hemos venido, la comida de después de la ruta.









Proseguimos camino por una senda muy bonita para los que van con doble, puesto que es un rockgarden en subida en toda regla. Tras la subida llegas a un parque, que para los que quieran comer un bocata es un buen punto para hacer parada. Tras ese parque iniciamos descenso hacia la presa, punto al que no se puede llegar porque se encuentra la carretera cortada, permitiéndose el acceso hasta el mirador el mirador del Fraile. Desde ese mirador se aprecia perfectamente la presa e impresionan las vistas. 

Créditos: senditur



Desde el mirador, una vez más, toca desandar el camino, ésta vez un Km de subida asfaltada con un 8% de media, que se sube fácil porque ya vas saboreando las patatas revolconas que nos esperan a la llegada. 


Desde aquí ya continuamos camino por carretera hasta Aldeávila y desde aquí por carril bici que sale a la izquierda de la carretera hasta Masueco.

Y tras guardar bicis y atusarnos nos disponemos a disfrutar del motivo de la ruta, la comida en el Zebadero, la cual disfrutamos mucho y recomendamos a todos para que se acuda a éste lugar, eso sí, reservad con bastante antelación. Patatas revolconas, cordero, carrillera, cerdo asado y postre casero.







Comentarios

  1. Muy buena ruta, muy recomendable. Algo exigente en algunos tramos pero el camino merecía mucho la pena. Gran compañía. Habrá que repetir no tardando.

    Kiko

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